Bendición en Tobarra.
A los pies del Nazareno, todo el pueblo de Tobarra reunido y miles de visitantes venidos de toda España para el momento.
La Bendición es, con seguridad, uno de los momentos más impresionantes de la Semana Santa de España, y sin duda el más emotivo de toda la Semana Santa de Tobarra.
Diversos estudios han tratado de datar en el tiempo el momento en que comenzó a celebrarse la Bendición en Tobarra, lo único que se ha logrado, por el momento, es descartar un origen moderno. La construcción de la ermita de El Calvario probablemente tenga origen en el gusto franciscano de la celebración del vía Crucis en el siglo XVII.
La imagen más antigua de Nuestro Padre Jesús (destruida en los comienzos de la Guerra Civil) es incluso anterior a esa fecha.
En cuanto a la Bendición, los primeros datos históricos fehacientes son de finales del siglo XIX y nos hablan de una tradición ya completamente consolidada y absolutamente central en la celebración semanasantera de Tobarra.
Los primeros documentos gráficos de la Semana Santa de Tobarra, son fotografías en blanco y negro de comienzos del Siglo XX en el momento de la Bendición en la Plaza, lugar donde se repite el acto al finalizar la Procesión del Viernes Santo.
La Bendición da comienzo a la llegada de la procesión al Calvario, lo que suele suceder entre las 11 y las 12 de la mañana del Viernes Santo, en el momento en que la imagen de la Virgen de los Dolores llega a la cima del monte.
El ritual de la Bendición
En la falda del Monte Calvario se amontonan miles de personas venidas de todas partes, los tambores resuenan con fuerza acompañando el momento y de repente un cornetín llama a silencio y poco a poco van callándose todos los tambores de Tobarra.
Tras el toque de cornetín, uno de los párrocos de la localidad echa un emotivo sermón y después comienza a sonar «Mektub», marcha de Mariano San Miguel, interpretado por la Banda de Música de Tobarra, que reserva esa pieza para tocarla exclusivamente en ese momento del año.
Al compás de «Mektub», la imagen de «Nuestro Padre Jesús» imparte la Bendición a los cuatro puntos cardinales, comenzando por el norte, el más emotivo, porque hacia el norte del Calvario se sitúa tras unos montes el Cementerio de Tobarra, allí muchos Tobarreños están escuchando el lejano sonido de la Bendición que les trae el viento, al lado de sus seres queridos.
El Nazareno termina la Bendición, y finalmente, al toque de cornetín de «Zapatata», todos los tambores de Tobarra rompen a tocar a la vez: la Bendición ha terminado.
Los visitantes se dirigen a coger sitio para ver la Procesión de bajada hacia la Plaza, de los labios de los Tobarreños sale un «hasta el año que viene».