Historia del acto del Prendimiento
Se desconoce el origen del Acto del Prendimiento, con bastante probabilidad comienza a celebrarse en el siglo XIX, ya que la hermandad del Prendimiento tiene su origen en la adquisición del grupo escultórico a Roque López (discípulo de Salzillo) en 1804, y la hermandad de Soldados Romanos, los encargados de prender a Jesús, que, por su parte tienen origen casi inmemorial. Hay pruebas documentales de la celebración del acto del Prendimiento a finales del siglo XIX, tal vez en la forma de auto sacramental.
En todo caso, las referencias más antiguas hablan de una primitiva ubicación del acto en la Placeta de San Roque, situada enfrente de la iglesa del mismo nombre, iglesia en la que se guardaba el Paso del Prendimiento.
La iglesia de San Roque fue sustituida por un templo mucho más moderno, construido en otra ubicación (en el paraje conocido como «Ojo Manzano» y abierto al culto en 1973. El grupo escultórico de Jesús del Paso del Prendimiento se traslada allí pero el acto del Prendimiento había cambiado antes de ubicación. Las revistas de los años 1962 en adelante, nos hablan de la nueva ubicación, en el Paseo, elegida para conseguir más espacio para el público asistente.
Finalmente el acto se traslada a la denominada «Placeta de las pescaderías», -confluencia de la Calle Mayor con Calle San Roque, que recibía el nombre por las dos pescaderías que había en ella, una enfrente de la otra- y es allí donde tiene lugar.
Tradicionalmente, y como ocurre con la Bendición y el Encuentro, el Prendimiento se repetía en la Plaza de España al regreso de la procesión. La evolución del acto del Jucio a Jesús terminó provocando que dejara de celebrarse esa repetición.
El acto del Prendimiento.
Originalmente el acto consistía únicamente en unos movimientos que realizaban los Soldados Romanos frente al Paso del Prendimiento. El acto sin embargo ha ido evolucionando de forma espectacular los últimos años, se han añadido las figuras de Judas en el Prendimiento y Poncio Pilatos en el Juicio al regreso a la Plaza, se ha añadido megafonía, y una narración con fondo musical que describe el pasaje tal como lo cuentan los evangelios.
A la finalización de éste, los soldaos romanos ejecutan los movimientos que tradicionalmente realizan. A toque de Cornetín las picas golpean el suelo rítmicamente y los soldados se van desplazando cambiándose unos con otros.
Espectacular el momento en que el banderín de los Romanos se mueve en el aire delante y detrás del trono del Prendimiento, simbolizando el momento mismo en que los soldados prenden a Jesús en el monte de los olivos.